Reseña: Un paseo por las tumbas [7.0]

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Por Allan Clúa.

Es difícil apreciar una película cuando el tráiler es tan bueno y el resultado final no tanto. Simple y sencillamente, parecía que alcanzaba para mucho mas.

Es 1999, en Nueva York, Liam Neeson interpreta a un investigador -antes policía alcohólico- que trabaja «bajo las sombras» para clientes privados y con técnicas medio precarias de espionaje. Un día un traficante le pide encontrar a los hombres que secuestraron, violaron y mataron a su esposa, a pesar de haber pagado el rescate. Scudder -nombre del personaje de Neeson- no quiere tomar el caso y, sin embargo, lo hace; puesto que nunca entendemos por qué lo hace, el motivo ha de ser que si no no habría película. La investigación lo lleva a buscar a unos hermanos que parecieran son el mal encarnado.

Y, pues, básicamente eso es todo. La película abre varias preguntas que parecen interesantes en el planteamiento: por qué es importante el pasado de nuestro protagonista, cuál es el peso de su alcoholismo en la historia, por qué la insistencia con recordarnos que es el fin del milenio, de dónde vienen los antagonistas que parecen ser el diablo personificado y acaban siendo unos maleantes cualquiera…

Pareciera que el director quería hacer una obra sobre la naturaleza del bien y el mal (un poco a la ‘No Country for Old Men’), sobre cómo el pasado nos persigue y sobre el mundo sin sentido en que vivimos. Sin embargo, acaba siendo un thriller medio soso, por momentos aburrido y bastante mediocre.

El filme tiene cosas buenas. Un estilo visual marcado y, a veces, muy atractivo. Una actuación sólida de Liam Neeson -repitiendo el estilo de Taken pero mucho más mesurado- y un par de escenas excelentemente montadas. A destacar, la escena en la que los secuestradores ven a su próxima víctima, vestida de rojo y con Atlantis como música de fondo. Por un instante, el realizador nos pone en los zapatos de los criminales, quienes ven belleza en el mal que hacen. Es esa incomodidad e incertidumbre la que el director roza pero nunca explora por completo.

Hoy no hay mucho que ver en el cine y esa es suficiente razón para ir a ver ‘Un paseo por las tumbas’; esta no es una mala película y, sin embargo, sí es una decepción.