Por Quique Ortega
A Disney/Marvel se le empiezan a terminar los superhéroes taquilleros. Ahora tendrá que llevar a la pantalla a personajes menos conocidos, o quizá cero conocidos, para el público en general. De cajón, la película en cuestión, llamada Ant-Man: El Hombre Hormiga, venderá menos que cualquiera del Capitán América o Iron Man. Hay que aceptarlo, el título en sÍ es ridículo en el papel y Disney/Marvel tendrá que empezar a incrementar en calidad para atrapar a ese espectador que nunca ha leído un comic y solo va al cine a divertirse.
Hank Pym (Michael Douglas) es un viejo científico que, en algún punto de su vida, logró crear una fórmula y un extraño traje para reducir el tamaño de un hombre al de una hormiga. Ante el grave peligro de llegar a las manos equivocadas decide guardarlo en secreto por años. El que en aquel entonces fue su joven discípulo, Darren Cross (Corey Stoll, House of Cards), y su incansable obsesión por recrear la fórmula, obligan a Pym a detenerlo con la ayuda de su hija Hope (Evangeline Lilly, Lost) y un nuevo héroe con los tamaños para convertirse en el nuevo Ant-Man. Su nombre es Scott Lang y es interpretado por el magnífico Paul Rudd.
Parece que Marvel por fin logró encontrar el equilibrio entre acción, drama y la criticada exageración en los detalles cómicos en contraposición con la seriedad de DC Comics en sus propias películas como The Dark Knight o Man of Steel. Las secuencias de acción son buenísimas y no abruman ni saturan la pantalla el 70% de la película, la comedia está por todos lados pero los chistes encajan en todo momento y la historia es sencilla y bien contada.
Los personajes son excelentes entregando actuaciones sólidas. Quién iba a pensar que Paul Rudd interpretaría a Ant-Man. Dentro de un universo donde todo personaje tiene superpoderes o complejos pasados, él se levanta como el hombre común buscando la motivación y explorando el gran significado de convertirse en un héroe. Rudd como Ant-Man, nos entrega a uno de los personajes más empáticos y más atractivos en el MCU junto con Robert Downey Jr. (Iron Man) y Chris Evans (Capitán América).
Los villanos dentro de las películas de Disney/Marvel tienden a perderse un poco cuando deberían de ser más que simples antagonistas. En este caso, volvió a pasar lo mismo. Como diría Alfred Hitchcock: “The more successful the villain, the more successful the picture”. Aun así, Yellowjacket, como se hace llamar, funciona como un digno rival para Ant-Man y su inmenso ejército de hormigas, pero nada más.
Fue un gran reto hacer esta película, pero si algo han adquirido los creadores durante los últimos años, es experiencia con la creación de su universo cinematográfico (ya con bastantes películas en su haber). Desde la magnífica Captain America: The Winter Soldier dirigida por los Russo Brothers en el 2014, han mantenido una excelente calidad con Guardians of the Galaxy, The Avengers: Age of Ultron y esta nueva y sorprendente adición al universo. Esperemos sigan así, porque ya se viene Captain America: Civil War, donde veremos a dos de estos fantásticos héroes enfrentarse mano a mano.