Por Quique Ortega
Por si no lo habían notado amigos, Disney tiene un nuevo modelo de negocio que es rehacer, en «liveaction», sus películas animadas del pasado de manera compulsiva. «El Rey León» ya es la tercera de este año y vaya espectáculo visual, pero, ¿vale la pena chutársela nuevamente pero con animales «reales»? Les platico.
Como ya saben, esta película es un «liveaction», por lo que los animales están animados tal cual como se ven en nuestra bonita realidad, y he aquí mi primera querella. Lo anterior afectó bastante la parte emocional de la película. Los animales/personajes, por obvias razones, son incapaces de mostrar las emociones tan marcadas que necesita esta excelente historia para funcionar. La neta es que se ve un tanto ridículo ver a los personajes entregar diálogos cuando no pueden tener expresiones faciales. Los gestos y movimientos de la boca son nulos, digamos que se siente como un mal playback del programa «Hoy». Aun así, el trabajo de los nuevos actores en las voces es bastante bueno, destacando, sobre todos, el de Chiwetel Ejiofor (12 Años de Esclavo) como el siniestro Scar (la escena donde canta una versión más corta de «Be Prepared» está muy buena).
Pero así como pierde en esa parte, gana en otra. La animación es verdaderamente impactante. La anatomía de los personajes es impresionante, el más mínimo músculo y pelo del cuerpo de los leones se logra percibir cuando caminan, saltan o pelean. El propio Pumba es tan real, que verdaderamente está espantoso, y lo mismo puede decirse de la hienas. Scar también destaca en su diseño. Mientras que Mufasa esta modelado como un imponente y hermoso león, Scar es un decrépito y feo animal. Por ahí he escuchado a varios decir que es como si prácticamente estuvieras viendo un documental de National Geographic. Tienen razón. Si prendiera la tele y pusiera en mute la película, probablemente pensaría que es totalmente real. Creo que la película si es un trabajo artístico en animación sin precedentes.
La música sigue siendo increíble. Cuando empieza la película y escuchas «The Circle of Life» de Elton John, se te pone la piel chinita. Es una gran canción, al igual que los demás temas y la música creada por el gran Hans Zimmer, misma que compensa un poco la poca emoción que comunican los personajes. Las nuevas canciones por parte de Beyonce y Elton John no me llamaron demasiado la atención pero están bien, habrá que escucharlas más veces.
Otra cosa que podría no gustarle a los fans, es que el tono de la película es mucho más serio. Timón y Pumba siguen siendo excelentes, pero la comedia de las hienas y del propio Rafiki es mucho pero mucho menor. Hay algunos momentos donde las hienas se avientan sus chistazos y el momento se siente un tanto forzado y fuera de contexto. Aun así, el cambio de tono me latió y no afecta a la historia en general.
La verdad me es difícil juzgar o criticar esta película de manera objetiva porque es literalmente un remake toma por toma de la original, por lo que su historia Shakesperiana sigue y seguirá siendo igual de buena. A final de cuentas, creo que la película falla al momento de conectar con el público y la música y animación no son suficientes para compensar al 100% este problema e igualar la poderosa película de 1994. En mi caso, la disfruté por supuesto, la historia es increíble y la animación más, pero después de haber visto la original incontable cantidad de veces, de repente me llegué a sentir un tanto aburrido al saber literalmente que iba a suceder en la siguiente escena, pero si amas El Rey León, probablemente te lleves un padrísimo viaje de nostalgia durante toda la película. HAKUNA MATATA
CALIFICACIÓN [7.5]