Por Allan Clúa
Las grandes películas necesitan digerirse; requieren ser revisitadas y replanteadas en la memoria. Pero, por ahora, «Ad Astra» me parece la mejor película que he visto en lo que va del año.
Es una película de trama sencilla. Un hijo va en busca de su padre – a millones de kilómetros de distancia en el espacio – con la intención de rescatarlo y recuperarlo cuando lo creía muerto. Para hacerlo, deberá atravesar distintos episodios llenos de obstáculos. No hay más.
Trama sencilla, pero como toda gran película, su poder está en el subtexto. Ad Astra no es una película de aventuras o sobre el espacio, sino sobre el infinito misterio que representa cada ser humano. Esencialmente, es una película sobre el peso que tienen nuestros padres sobre nosotros. Es un poema acerca de dejar ir al Padre, en todos los sentidos: en la expectativa, en la imagen que tenemos de ellos, en la vida y en la muerte. Es la lucha constante que existe entre la admiración y agradecimiento que se le tiene al Padre y el descubrimiento de sus fallas y herencias.
La plegaria es un elemento recurrente en la película; nos habla de la búsqueda de respuestas en el Padre, y el paralelismo que existe entre Padre y Dios. James Gray – en su mejor película, por mucho – explora de una forma hermosa el peso que Dios tiene sobre cada ser humano, más allá de su existencia o no y de la fe o falta de, que tenga cada persona. Además, en lo más profundo, es una película acerca del crecimiento. Crecer duele, requiere de valentía y de una exploración interna que no siempre es sencilla.
Será interesante ver cómo le va en taquilla. Un filme que podría ser pesado para el público que busca mero entretenimiento, pero que tampoco alcanza la altura de obras mayores como «2001: Odisea del Espacio» o «Arrival» de Denis Villeneuve. Hollywood necesita hacer más de esto y menos adaptaciones de cómics y/o remakes. Son este tipo de exploraciones las que hacen del cine el “Séptimo Arte”. Ah, por cierto, si la Academia piensa darle el Óscar a Brad Pitt por actuación – ya ha ganado como productor -, ahora es cuando.
Pequeña joya que hay que ver acerca de como entender nuestro pasado, nuestro futuro y nuestra búsqueda de respuestas que, a veces, no llegan.
CALIFICACIÓN [9.8]