RESEÑA / EL HOMBRE INVISIBLE

Por Quique Ortega

Como escribí en mi artículo más reciente, han sido muchos los intentos de Universal Studios por echar a andar una franquicia con su preciada propiedad integrada por monstruos como Drácula, Frankenstein, El hombre lobo, La momia y el mismo Hombre invisible. Esta vez, en lugar de mantenerse en el mundo de los blockbusters y enormes presupuestos, decidieron irse a lo íntimo y modesto. Les platico que tal.

La premisa es sencilla. En la primera escena de la película, Cecilia (Elizabeth Moss) agarra sus chivas y se va lejos pero lejos de su maldito novio abusador que vive completamente obsesionado con ella. Obviamente y a pesar de la distancia, el malandro continua, de alguna forma, atormentando a nuestra amiga Cecilia. Deduzcan el resto.

El director Leigh Whannell (Upgrade) hizo un gran trabajo transformando la figura acosadora que es El hombre invisible para llevarla más allá, convirtiéndola en una representación – invisible por lo tanto aterradora – del abuso y violencia física y psicológica que sufren las mujeres a mano de los hombres. El comentario social es claro, fuerte, muy bien integrado a la trama y, mientras se desarrolla, la película se mantiene en la línea del buen terror psicológico. La soledad, el dolor y el miedo de la protagonista se siente en cada toma y en cada escena. Es lo mejor.

Lamentable y seguramente, el estudio metió las manos y no permitió que la película se mantuviera por el lado psicológico. Por lo mismo, ésta no se queda corta del clásico espectáculo Hollywoodense, pero, afortunadamente, no va en detrimento de la buena historia ya establecida (aun así, de haberse mantenido en la cabeza de la protagonista, hubiera sido mucho mejor). El viejo cliché de «se los juro que un hombre invisible me quiere matar pero nadie me cree» está muy presente pero funciona al ver la excelente conclusión. Es más un recurso para desarrollar a la protagonista que un recurso para desesperar al espectador (apoco no odian y se exasperan cuando nadie le cree al personaje principal más que nosotros).

Elisabeth Moss entrega una excelente actuación parecida a la que se aventó en la tercera temporada de El cuento de la criada, en donde demuestra sus dotes actorales para interpretar a mujeres perturbadas y traumatizadas por los abusos de los hombres. Es una gran actriz, expresiva y con una gran personalidad. La manera de mostrar físicamente su estado mental en distintas partes de la película es excelso.

Creo que Universal ya renunció a crear franquicias con sus monstruos. Esta película no se siente como para hacerle una secuela, así lo deja claro el director y su historia, pero, por lo menos, ya no nos entregaron basura, sino una digna película de terror.

CALIFICACIÓN [8.5]