Por Quique Ortega
A propósito de este 4 de mayo en donde todos los geeks y no geeks amantes de Star Wars celebramos y recordamos lo lindo de este universo, les dejamos el conteo definitivo de Hijos del Cine de sus ya once películas (ya llovió). Cuéntenme que les parece.
11. Episodio II: El ataque de los clones

Si bien tiene excelentes momentos en la historia de Obi-Wan Kenobi, como su visita al planeta Kamino y la posterior persecución en un campo de asteroides, la película se va a la basura con la hedionda actuación de quien sustituyera a Jake Lloyd ya como un puberto y disque conflictuado Anakin Skywalker: Hayden Christensen. Con escenas cursis y de cliché – Anakin y su amada Padmé revolcándose en el pasto junto a una cascada bajo el sol – la película se preocupó más por esas tonterías que por darnos el inicio de un intenso y trágico amor entre ambos personajes. No hubo química y el diálogo apestó (véase la infame escena del beso). Ya ni caso tiene hablar de la sobre dependencia al CGI y la estúpida escena final en donde vemos a Yoda pelear y saltar como una mala caricatura.
10. Episodio VII: El Despertar de la Fuerza

Después de comprar la franquicia por varios milloncitos en el 2012, Disney se aventó disque la continuación de las películas originales pero con un refrito del Episodio IV (la más vieja). La película no es aburrida pero es más de lo mismo. Esta cobarde decisión no llevó a nada más que a nuevos personajes que, a excepción de Kylo Ren, se probaron cero interesantes. Personalmente, todo lo referente a Han Solo me ultra chocó caray, su muerte se anuncia a kilómetros de distancia y, además, el gran arco de su personaje en la trilogía original – que lo llevó de mercenario egoísta a héroe total y clásico – fue destruido e ignorado, en cambio, obtuvimos nuevamente al mercenario egoísta pero ahora viejito, divorciado y hecho todo un cobarde después de huir y abandonar a su esposa después de que su hijo se les escapó al lado obscuro. Osea, lo vemos morir como un total «loser». La realidad es que Disney quiso asegurar taquilla y embarrarnos de nostalgia, no se atrevió a escribir una historia original. Se vieron bastante flojitos y huev….
9. Episodio VIII: Los Últimos Jedi

La verdad es que esta película no me gusta pero la respeto por intentar hacer algo nuevo con la mitología de Star Wars. Integra y relaciona muy bien a los dos protagonistas (Rey y Kylo Ren) en una historia muy interesante – y una gran madrina con lightsabers – pero que se cae a pedazos en la recta final. Rian Johnson, el director, tuvo en sus manos llevar a la heroína al lado oscuro (imagínense) pero se le hizo chiquito, la neta. La película termina como cualquier otra cuando parecía que no. Por otro lado, intentó darle un giro fuertísimo a Luke Skywalker haciéndolo un Jedi en depresión y en conflicto; fue interesante al inicio pero jamás despega y es lastimosamente repetitivo. Y que decir de su muerte, no estuvo a la altura de semejante personaje. ARRUINADO. Ya para qué hablar de lo demás. Johnson no supo que hacer con el resto de los personajes y les escribió arcos aburridos y llenos de hoyos. También intentó meterle por ahí comentario social, por aquello de nuestros tiempos sensibles, y se sintió completamente fuera de lugar. El wey no entendió que Star Wars es para llevarnos fuera de nuestra realidad, no para recordárnosla. Ah, se me olvidaba, Leia Poppins….me acuerdo y me encojo poco a poco.
8. Episodio III: La Venganza del Sith

Con una brillante secuencia inicial, la película empieza con una gran escena definitoria para el personaje de Anakin Skywalker. Las actuaciones y los diálogos siguen flaqueando por momentos, como en todas las precuelas, pero la narrativa es buena y las apuestas dentro de la historia son altas. De hecho, la razón por la que Anakin finalmente se convierte en Darth Vader es bastante buena y creíble, respaldada por la mejor escena de las precuelas, aquella en el bizarro teatro donde Palpatine le explica a Anakin por qué tiene que ceder a la obscuridad. Pero…..así como está la mejor escena creo que también está la peor. Después de que Palpatine se hace medio chicharrón, le grita a Mace Windu al matarlo: «Unlimited power!». Sin duda una escena para reírse o encogerse digna de Mumm-Ra el Inmortal (es más, se las dejo aquí abajito). Pero bueno, la batalla final entre Obi-Wan y Anakin, precedida de la famosa y pésima actuación de Natalie Portman, es buenísima y tiene una conclusión dura, sentida y hasta perturbadora. Me encanta. Dentro de La venganza de los Sith, hay por ahí una increíble película de Star Wars, lástima que la dirección y la ejecución nunca fue la mejor en la segunda trilogía.
UNLIMITED POWER!!!
7. EPISODIO I: LA AMENAZA FANTASMA

Podrán decir lo que quieran, que si hablan demasiado (no me parece) o que si los midiclorians (chale…ahí sí), pero esta es mi favorita de las precuelas por una sencilla razón: contiene toda la esencia de Star Wars. Disney tuvo que haber aprendido de esta película en donde, buena o mala, nos llenó de nostalgia y nos dio algo nuevo (mundos llenos de creatividad y nuevos e interesantes conceptos como el Podracing). Las criaturas como Watto y Sebulba son maravillosas, no solo en diseño sino como personajes, y es la única película de las precuelas en donde Lucas combinó muchísimo el CGI con los efectos prácticos, lo cual hizo que tuviera un mundo tangible. Liam Neeson como Qui-Gon Jinn carga de manera increíble con la película y su relación con Anakin – que quizá tuvo que haber sido un niño de más edad – es lo suficientemente fuerte para darle peso a la historia. Ewan McGregor como Obi-Wan es más secundario que nada pero vaya madriza que se mete con el mítico Darth Maul al final, vale el boleto. Y si esperan que hable de Jar Jar Binks pues…ya he aprendido a disfrutar la película sin que me moleste. Gracias a Dios.
6. EPISODIO IX: EL ASCENSO DE SKYWALKER

Emociones encontradas. La neta estuvo fuera de lugar y fue ridículo haber traído al Emperador de vuelta – le restas total importancia al sacrificio de Luke y Darth Vader al final de El Regreso del Jedi – y que Rey fuera su nieta (¿qué?), pero pues tenían que hacer algo después de haber fracasado en desarrollar una historia consistente con un villano y una heroína consistente en tres películas. Yo, logré olvidarme de esas ridiculeces (por lo insalvable de esta trilogía) y tuve una experiencia chingonsísima en el cine. Finalmente definieron a los personajes aunque fueran en contra de sus arcos (si es que existieron). Rey dejó de ser Superman y Kylo Ren pasó de ser un niño enojón a un wey bien poderoso y en control. Continuar y llevar más allá la relación de ambos y hacerla la parte central de la película fue un gran acierto y mantuvo cierta continuidad con la película anterior. Además, termina de manera perfecta. Y qué decir de su pelea en la Death Star….buenísima (la mejor parte de la película). La gran escala para un gran final se siente con la increíble cinematografía, producción y secuencias de acción. Ah, y ya como termina en sí la película, hablo de la última escena, está un poco jalado y ahí medio forzadón el tema, pero pues ya que. Aun así, me encantó.
5. Rogue One: Una Historia de Star Wars

Lo que hace de esta película una de las mejores de la franquicia son las batallas por los cielos, el espacio y lo que se pone en juego. Son verdaderamente espectaculares y van acompañadas de una historia que, quizá ya conocíamos su desenlace, pero, logra sorprendernos con su fuerte conclusión y esa mágica secuencia de Darth Vader destripando gente. Felicity Jones interpreta a una competente heroína y Diego Luna a un antihéroe con con ideales y orígenes algo obscuros que le dan un poquito más de complejidad a la caracterización de la película. El grupo de rebeldes en esta aventura es excelente y la dinámica entre todos ellos es muy buena, destacando a K-2SO, el droide en el que recae el humor de la película que, por cierto, es bastante orgánico y no te saca de la misma ni del tono serio y a veces sombrío que se siente. Chingonsísima.
4. Solo: Una historia de Star Wars

Muchos me matan por ponerla antes de Rogue One, pero la neta es que soy mucho más fan del sentido aventurero de Star Wars. Muchos dirán que Solo es una película que nadie necesitaba y sí, quizá tengan razón, pero no deja de ser una gran aventura dirigida por el gran Ron Howard. La película no pierde el tiempo y jamás se complica narrativamente, los personajes se mantienen juntos – algo esencial en Star Wars – y van del punto A al punto B de manera sencilla y a un ritmo incesante, siempre con una secuencia «Starwarsesca» de primer nivel. Se que parte del atractivo de Han Solo es su pasado misterioso – esta película se lo pasa por el arco del triunfo – y, quizá en una de las mejores secuencias de todas las nuevas, la película nos muestra lo que muchos sangrones no querían ver: el famoso Kessell Run….vaya chingonería. Ver a Chewy y a Han volar el Halcón Milenario como se debe no tiene precio. El final no depende de ninguna batalla épica plagada de efectos especiales ni mucho menos, al contrario, nos da una excelente e íntima conclusión y la aparición de un personaje adorado por los fans. No se si sea el único, pero Solo es la mejor en esta nueva serie de películas bajo la mano de Mickey Mouse. Super chingona y super emocionante.
3. EPISODIO VI: EL REGRESO DEL JEDI

Llegamos a las buenas e insuperables. Muchos ponen a Rogue One por arriba de este peliculón, el argumento: Los Ewoks. Se les tacha de creaciones de la mercadotecnia para vender juguetes y vuelven a la película algo boba en sus momentos más intensos. Puede que tengan razón, pero lo que destaca de este episodio es la brillante introducción de Luke, en la impresionante secuencia inicial durante el rescate de Han Solo, y la conclusión de su arco como el héroe de la trilogía. Su noble sacrificio para traer a su padre de vuelta al lado luminoso de la Fuerza es increíble y es la total definición de un Jedi. Además, la introducción física del verdadero villano, El Emperador, eleva y refresca por completo una historia llena de divertidas secuencias de acción, como la persecución en Endor y la guerra final en la segunda Estrella de la Muerte, que, hasta la fecha, se siguen disfrutando muchísimo. Una joya.
2. EPISODIO IV: UNA NUEVA ESPERANZA

La que comenzó todo. La parte inicial de la historia de un joven llamado Luke con sueños de grandeza. De limpiar droides a destruir la Estrella de la Muerte, toda una aventura. La película tiene la brillante habilidad de ir trazando su camino perfectamente e incorpora increíbles lugares y personajes al mismo en los momentos perfectos (nada gratuito). La dinámica entre Luke, Han Solo y Leia es perfecta y se consolida en pocas pero efectivas escenas en las que se combina gran diálogo, acción o ambos (nada como los constantes insultos entre ellos mientras luchan por sus vidas). A eso agréguenle a Obi-Wan, el primer acercamiento a la original y misteriosa mitología de la Fuerza; a uno de los mejores villanos de la historia en Darth Vader, y a una fantástica secuencia final en donde los débiles rebeldes tienen su primera gran victoria en contra del Imperio gracias a la Fuerza y su nuevo emisario. No hay nada más padre que la premiación al final de la película con el magistral soundtrack de John Williams.
1. EPISODIO V: EL IMPERIO CONTRAATACA

He aquí la perfecta película de Star Wars. La parte intermedia de la historia donde, además, pierden los buenos. Un valiente pero inestable, ansioso y temerario Luke conoce a Yoda, mismo que nos da los momentos más profundos y míticos de toda la saga con sus increíbles palabras sobre la Fuerza. Han Solo, Leia, Chewy, R2 y C3PO huyen durante dos horas del imperio – mi secuencia favorita de toda la saga es el escape en el campo de asteroides – mientras los primeros dos se enamoran profundamente en una gran historia de amor entre líneas. El tono trágico y siempre presente hace de este episodio el más obscuro y el más rico en caracterización y desarrollo de personajes. La caída del heroico Han Solo es devastadora y la escena más (durísimo cuando se despide de Chewy y Leia, sobre todo de la segunda, digo, vaya momento para declararse su amor). Darth Vader es LA amenaza y su enfrentamiento con Luke es el más épico de la saga. No solo se dan de espadazos, también se dicen de cosas y la batalla tiene peso y significado en la historia, sobre todo en la evolución de Luke como Jedi (digo, Vader le dice que es su papá). Además de ser la película con mejor diseño de producción y soundtrack, es la más sólida y la que cuenta la mejor historia. Una historia de heroísmo, sacrificio, tragedia y, sobre todo, aprendizaje.