¿Cómo afecta el COVID-19 (coronavirus) al cine?

Por Quique Ortega

Desde que la OMS declaró como pandemia a nuestro querido Coronavirus, muchos sectores, como el del entretenimiento, han empezado a resentirlo duro y tupido. El cine no se ha quedado atrás y los estudios ya empezaron a posponer los estrenos de sus películas como 007: Sin tiempo para morir, Mulán, Los nuevos mutantes, Rápido y furioso 9, Un lugar en silencio: parte II (ésta se estrenaba en una semana), entre otras. El cierre de salas de cine en China, Europa y otras partes del mundo representa una potencial pérdida considerable de dinero, ya que los estrenos de todas estas películas son mundiales, es decir, la taquilla internacional es más importante que la doméstica. Si para alguna película es muy importante el mercado Chino (u otro afectado por el COVID-19), pues ya valió. No es una baja importante, es más, a mi me vale, pero Rápido y furioso 9 se retraso 11 meses. Está cañón. Los que sí dan coraje son los 7 meses de Bond…James Bond. Ni pez.

En el tema mercadológico, las películas también se ven afectadísimas, ya que muchos festivales o convenciones todas geeks donde se proyectan antes de su estreno comercial ya fueron cancelados. Además, las campañas o giras de prensa con actores también son mundiales y no vale la pena hacer una ahorita, y otra previa a la fecha del nuevo estreno por cuestiones económicas, logísticas y de calendario (disponibilidad de las partes ante otros compromisos). Todo suma al costo y disminuye la potencial utilidad en taquilla. Probablemente, si se siguen posponiendo películas importantes, el próximo año tendremos un estreno bárbaro bastante seguido por culpa del Coronavirus, pero hay que esperar. Macanazo tras macanazo, imagínense. Acomodar las fechas va a ser toda una hueva para los estudios.

Finalmente, las pre-producciones y producciones de películas ya están deteniéndose, ya que implican un riesgo de salud para todas las personas que día a día interactúan e intercambian lo que sea. Por lo mismo, quizá no tarde mucho para que los estudios, exhibidoras y la misma Asociación Cinematográfica decidan parar totalmente y planear una estrategia para arrancar una vez que la amenaza del COVID-19 empiece a ceder. A final de cuentas, lo importante es la salud. Eventualmente, estaremos en el cine disfrutando de James Bond u otra. No pasa nada. ¡A cuidarse!